El Colegio Oficial de Biólogos, por medio de su Comisión «Ciudades Verdes», envió alegaciones al proyecto urbanístico que diseña Donapea, un futuro nuevo barrio en Pamplona, que han sido asumidas por el Ayuntamiento de Pamplona y han condicionado la modificación del plan urbanístico inicial.
La prensa ha recogido nuestras reflexiones. Este es el artículo publicado en el Diario de Noticias pero también ha aparecido en Navarra Información y en el Diario de Navarra.
https://www.noticiasdenavarra.com/opinion/tribunas/2025/01/03/murcielagos-salud-9116418.html
Murciélagos, y también una salud para todos
Ana Casanova Sola
En representación de la Comisión Ciudades Verdes, del Colegio Oficial de Biólogos, quiero expresar nuestra gran satisfacción porque el Ayuntamiento de Pamplona ha hecho suyos nuestros planteamientos técnicos sobre el nuevo barrio de Donapea. Esto puede ser el principio de una fructífera cooperación para todos los habitantes de Pamplona, humanos y no humanos.
Ambientalmente era necesario descartar el trazado del enorme vial que atravesaba el futuro barrio por la zona norte. La avenida rompía totalmente el corredor verde de la zona de la Universidad que acoge una colonia de nóctulos medianos (Nyctalus noctula), (uno de los siete últimos enclaves de esta especie de murciélago amenazada en España), y dañaba de forma crítica espacios verdes aledaños al Sadar, inhabilitando la funcionalidad de ese espacio.
Reconocemos la valentía y profesionalidad del equipo redactor al atender y evaluar todas las observaciones presentadas e integrar en el diseño del plan criterios multidisciplinares de carácter medioambiental, de movilidad, vivienda, ordenación del territorio, etcétera.
Nuestras propuestas:
a) Favorecen una integración inmediata del nuevo barrio de Donapea, con la actual estructura urbanística y mejoran la interrelación de la propia Pamplona hacia el sur, facilitando vías de tránsito más verdes, según una estrategia radial de interconexión verde de nuestra ciudad con zonas periféricas.
b) Salvaguardan la fresneda y entorno por su valor ambiental y paisajístico como elemento clave en las políticas de urbanismo resiliente frente al cambio climático.
c) Protegen la supervivencia del nóctulo mediano (Nyctalus noctula), especie amenazada.
La prensa resaltaba que “los murciélagos salvan las dos vaguadas y fresneda de Donapea” gracias a nuestras sugerencias. Pero… ¡qué bien van a venir los nóctulos para controlar razonablemente las poblaciones de mosquito tigre, entre otros! ¡Qué bien la fresneda para controlar avenidas y escorrentías! ¡Qué espacio más bonito, cercano y fresco para moverse por la ciudad y llegar a puntos de encuentro: universidades, Sadar…!
Es un caso claro de aplicación del concepto, tan pocas veces bien entendido, de Una Sola Salud (One Health). Se contempla la clara e íntima interconexión entre el bienestar de los seres humanos, de los animales y de los ecosistemas.
Nuestra profesión atiende a la salud ambiental. Al igual que un médico diagnostica y ayuda a curar una enfermedad, el biólogo comprende los ecosistemas y su biodiversidad, evalúa su salud, e indica qué debe hacerse para conservarlos sanos, lo que con el tiempo, redunda en la salud de las personas.
Es frecuente caricaturizar al biólogo porque se preocupa del bichito. Como broma puede tener gracia, pero ha de entenderse que apostar por la biodiversidad mediante su adecuada gestión, es luchar por una mejora de la vida de la ciudadanía en consonancia con su entorno y en el marco legislativo de conservación consensuado en toda la Unión Europea, para más de 450 millones de personas.
No siempre se quiere hacer caso a una opinión profesional, fundamentalmente por motivos personales y/o políticos. No obstante, luego ocurren eventos extremos relacionados con el cambio climático, enfermedades transmitidas por mosquitos, inadecuación de obras, aumento de alergias, especies invasoras que echan a perder nuestras cosechas… y queda un malestar permanente en el ciudadano, que sabe que algo le falta, que algo se ha hecho mal, pero no sabe qué.
Lo que se ha pedido es muy sensato y da coherencia al plan, no solo por los nóctulos, sino también por un modelo de barrio en el que los coches no ocupen todo el espacio y se priorice la movilidad sencilla y sostenible, en el que se atiende a la permeabilidad del terreno, a la amortiguación de avenidas de aguas, a la viabilidad de los espacios para la conservación de temperaturas, a la orografía del terreno y se conservan bellos espacios relictos del paisaje.
Gracias al equipo redactor y a nuestra insistencia, el nuevo barrio de Donapea no sólo dispondrá de las estructuras y servicios necesarios para su uso residencial, sino que, además, dispondrá de una conexión más amable con Pamplona.
En conclusión, no se trata de una lucha de intereses en el que ganan los animales y las plantas, sino de un trabajo exhaustivo y multidisciplinar por el bien común de la ciudadanía y su relación con el entorno en el que vive.
La autora es miembro de la Comisión Ciudades Verdes del Colegio Oficial de Biólogos